TU ERES CRISTO.
Aquel día no lejano
se oía hablar de un hombre,
que predicaba las buenas nuevas
y la llegada del reino de Dios,
para los sencillos y humildes de corazón.
Sí, Cristo, eres tú aquel amigo,
que dio vista a los ciegos,
oído a los sordos
sanó a los enfermos,
perdonó los pecados y
resucitó a los muertos.
Al verte los entendidos de la ley,
endurecieron su corazón,
te crucificaron en un madero
pero triunfante resucitaste
y sigues presente en la fe de tu fieles.
Veo que sigues sufriendo
en tus hijos necesitados de amor,
pero en ti ponemos nuestra confianza,
Tú nos llamas a la reconciliación
y nos dices que abramos nuestro corazón.
Autor: B. Castro M.
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